París, reinado de Luis XVI, Élisabeth-Louise Vigée es una joven con un talento excepcional para la pintura, a la que se dedicará profesionalmente desde temprana edad. Con pincel en mano y un extraordinario coraje, conseguirá salir adelante en unos tiempos donde ser mujer y no formar parte de la aristocracia jugaban en su contra. Sin embargo, su ambición combinada con la dulzura y la sensibilidad reflejadas en sus lienzos, la llevarán a convertirse en pintora de la propia reina Marie-Antoinette. Mientras tanto, deberá lidiar con un matrimonio desgraciado y con un corazón que palpita por su siempre fiel compañero de la infancia, Jean-Gab.
Con la Revolución de 1789, Élisabeth se verá abocada al exilio, viajes por toda Europa, fiestas, pasión, incertidumbre... Es la historia de una extraordinaria mujer que encontró su lugar en la pintura y que ahora, en primera persona, busca un espacio entre las palabras.
Un fascinante recorrido por la vida de Marie Élisabeth Louise Vigée Le Brun, destacada pintora francesa del S. XVIII, que tras un largo camino, supo hacerse un hueco en una época y en una sociedad dominada por los hombres, llegando a ser miembro de numerosas academias de arte y convertirse incluso en la pintora de la reina María Antonieta de Francia.
Ya desde niña destaca por su gran talento para la pintura. Por ese motivo, su padre, Louise Viggé, también pintor, decide que comience a dar clases para perfeccionar su técnica. Su padre, un gran referente para Élisabeth, muere cuanto esta tan solo tiene trece años, lo que la afecta profundamente. Su madre se casa con un comerciante, ya que, aunque Élisabeth se dedica profesionalmente a la pintura y recibe numerosos encargos, necesitan dinero. La vida en su casa es cada vez más insoportable, ya que esta no soporta a su padrastro. Debido a su carácter impulsivo, ve como única vía de escape el matrimonio y acepta casarse con Jean Baptiste Pierre Le Brun, un reputado marchante de arte, pero al poco tiempo se da cuenta de su error. Le Brun es una persona despreciable que la maltrata y la humilla y se aprovecha de su trabajo.
El arte de Élisabeth es cada vez más apreciado. Es admitida en la Real Academia de Pintura y Escultura de Francia y realiza numerosos retratos para la reina María Antonieta y su familia. Por otro lado, tiene que soportar las envidias y las calumnias de un gran número de detractores que no soportan que una mujer llegue a ser tan importante. Sin embargo, ella no se deja amilanar por ello.
Cuanto estalla la Revolución en 1789, debe huir de Francia y se exilia en numerosas ciudades europeas: Roma, Nápoles, Venecia, Viena, San Petesburgo… Su trabajo es reclamado en todos esos lugares por numerosos círculos aristocráticos, sobre todo por la corte de Catalina II de Rusia. Durante todo ese tiempo, para Élisabeth solo existen dos pasiones en su vida: la pintura y Jean Gabriel de Montaudran.
Jean Gabriel, o Jean Gab, como ella lo llama, y a quien conoce desde niño, es el único hombre que está a su lado en todo momento, la apoya en su trabajo y el hombre que la ama profundamente. Su historia de amor se fragua desde la amistad durante muchos años, aunque Élisabeth no es consciente en un primero momento, del amor que siente Jean Gab hacia ella. Juntos vivirán un amor prohibido, adúltero, ya que ella todavía sigue casada, pero un amor de lo más apasionado. Él le acompaña en su exilio, y los años que pasan en Italia, son para Élisabeth, los mejores de su vida. Sin embargo, se dan entre ellos encuentros y desencuentros debido, en gran parte, a ese carácter tan impulsivo y tan obstinado de ella, aunque al final triunfará, como no, el amor.
Para mí ha sido todo un descubrimiento: la novela, que debo decir que me ha entusiasmado; la protagonista, a quien no conocía, por lo que decidí indagar sobre ella y me alegró saber que fue una artista tan excepcional en esa época; y el autor, Fernando García Pañeda, a quien tampoco conocía, y que nos regala una historia emocionante, a través de una narración excelente.
No cabe duda de que ha hecho un gran trabajo de documentación, dando los máximos detalles de la vida y obra de esta pintora, y de la época y los lugares en los que vivió, los acontecimientos tan importantes que sucedieron (la Revolución Francesa y el posterior régimen de Napoleón), así como de otros personajes reales que la acompañan. Quizá se puede echar de menos un poco más de diálogo para agilizar alguna parte, pero es un detalle menor, ya que las descripciones y la forma de narrar que utiliza, hace que te sumerjas en la historia y experimentes, en cierto modo, los sentimientos de la protagonista: su dolor, su alegría, su rabia, su esperanza…
Una novela que retrata de forma impresionante la historia de esta artista. Una mujer con una fuerte personalidad que, a pesar de todas las adversidades que tuvo que soportar, supo imponer su trabajo en un mundo de hombres, y que vivió y amó de la misma manera en que realizó su arte: de una forma apasionada.
Quiero conocerla más, lo apunto ❤
ResponderEliminar¡Hola! Esta novela la tengo que leer y más pronto que tarde. Todo lo que cuentas me gusta, encaja perfectamente en mis gustos de lectura y en mi género favorito como es la novela histórica.
ResponderEliminarExcelente reseña, gracias por darla a conocer.
Un besazo:-)